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02 Enero

 

“Queridos hijos, sé que estoy presente en sus vidas y en sus corazones. Siento su amor, escucho sus oraciones y las dirijo a mi Hijo. Pero, hijos míos, mediante mi amor maternal, yo deseo estar en la vida de todos mis hijos. Quiero reunir a todos mis hijos a mi alrededor, bajo mi manto maternal. Por eso, los invito y los llamo a ustedes, apóstoles de mi amor, para que me ayuden. Hijos míos, mi Hijo pronunció las palabras “Padre Nuestro”, Padre Nuestro que estás en todas partes y en nuestros corazones, porque Él quiere enseñarles a orar con palabras y sentimientos. Desea que siempre sean mejores, que vivan el amor misericordioso que es oración y sacrificio ilimitado por los demás. Hijos míos, denle a mi Hijo amor por el prójimo, denle a su prójimo palabras de consuelo, de compasión y obras de justicia. Todo lo que dan a los demás, apóstoles de mi amor, es acogido por mi Hijo como un regalo. Y estoy con ustedes porque mi Hijo desea que mi amor, como un rayo de luz, reanime sus almas y los ayude en la búsqueda de la paz y de la felicidad eterna. Por eso, hijos míos, ámense los unos a los otros, permanezcan unidos por medio de mi Hijo. Sean hijos de Dios que, todos unidos, pronuncian el Padre Nuestro con un corazón pleno, abierto y puro. ¡Y no teman! Les doy las gracias.”

25 Enero

 

“Queridos hijos! Hoy los invito a que oren aún más, hasta que en su corazón sientan la santidad del perdón. Debe haber santidad en las familias, porque, hijitos, no hay futuro para el mundo sin amor ni santidad, porque ustedes se dan en santidad y en alegría a Dios Creador que los ama con inmenso amor. Por eso Él me envía a ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

02 Febrero

 

“Queridos hijos, por decisión de Dios y de Su amor he sido elegida para ser la Madre de Dios y la Madre de ustedes. Pero también por mi voluntad, mi amor ilimitado hacia el Padre Celestial y mi completa confianza en Él, mi cuerpo fue el cáliz del Dios-Hombre. He estado al servicio de la verdad, del amor y de la salvación, como estoy aquí ahora entre ustedes, hijos míos, apóstoles de mi amor, para invitarlos a ser portadores de la verdad; para invitarlos a que, por voluntad de ustedes y su amor por mi Hijo, difundan Sus palabras, palabras de salvación. Para que con sus actos muestren el amor de mi Hijo a quienes no lo han conocido a Él. La fuerza la encontrarán en la Eucaristía, en mi Hijo que los nutre con Su cuerpo y los fortalece con Su sangre. Hijos míos, junten sus manos y miren la Cruz en silencio. De esa manera, obtienen la fe para que la puedan difundir, obtienen la verdad para que puedan discernir, obtienen el amor para saber realmente cómo amar. Hijos míos, apóstoles de mi amor, junten las manos, miren la Cruz: solo en la Cruz está la Salvación. Les doy las gracias”

25 Febrero

 

“Queridos hijos, en este tiempo de gracia, quiero ver sus rostros transformados en oración. Ustedes están tan inundados por las preocupaciones terrenales que ni siquiera sienten que la primavera está a las puertas. Hijitos, ustedes son llamados a la penitencia y a la oración. Así como la naturaleza lucha en silencio por una vida nueva, también ustedes están llamados a abrirse a Dios en oración, en quien encontrarán la paz y el calor del sol primaveral en sus corazones. ¡Gracias queridos hijos por haber respondido a mi llamado!”

18 Marzo

 

“¡Queridos hijos! Mi Hijo, en cuanto Dios, siempre ha mirado más allá del tiempo. Yo, como Su Madre, a través de Él veo en el tiempo. Veo cosas hermosas y cosas tristes. Pero veo que aun hay amor y que hay que hacer que éste se conozca.

Hijos míos, no pueden ser felices si no se aman unos a otros, si no tienen amor en cada situación y en cada momento de su vida. Yo, como Madre, vengo a ustedes por medio del amor para ayudarlos a conocer el verdadero amor y a conocer a mi Hijo. Por eso los llamo a que, de nuevo, tengan cada vez más sed de amor, fe y esperanza. La única fuente de la que pueden beber es la confianza en Dios, mi Hijo.

Hijos míos, en tiempos de inquietud y de renuncia, sólo busquen el rostro de mi Hijo. Solo vivan sus palabras y no teman. Oren y amen con sentimientos sinceros, con buenas obras, y ayuden a que el mundo cambie y mi Corazón triunfe. Como mi Hijo, yo les digo que se amen unos a otros, porque sin amor no hay salvación. ¡Les doy las gracias, hijos míos!”.

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La Virgen le dijo a Mirjana que no tendrá más la aparición extraordinaria del día 2 de cada mes. Por lo cual la verá, de ahora en adelante, solo el 18 de marzo

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